domingo, 29 de mayo de 2011

MARIO ANAYA O EL RENACIMIENTO DE LAS BUENAS EPOCAS

¿Quién es este hombre que tuvo la capacidad de revivir un movimiento que parecía condenado a al mundo de la nostalgia? ¿Qué lo motivó a conjuntar a músicos salvadoreños diseminados por todo el mundo y reunirse, y abrazarse con nuevo brillo en las pupilas, y volver a tomar sus instrumentos cual si solo hubiera sido un largo descanso entre tandas?

Hombres y mujeres con las cinturas más amplias, con menos cabello en la cabeza pero con muchísimo más talento en sus cerebros, para alegrar a una generación que seguía sentada en sus butacas. Todos esperando una voz que como a Lázaro les dijera "Levántate y anda"

¡No es Tito Carías, no es Willie Maldonado, es Mario Anaya!

Entrevista: Fredycampos

Fredy Campos

Mario Anaya firma autógrafos en Club Rocapulco de San Francisco. Foto de Fredycampos. Febrero de 2010.

¿Cómo te sentís en los días previos al segundo debut en LA y San Francisco, Mario? ¿Todo bien?

Pues, todo bien, vos sabés, con la ansiedad de los últimos días, pero según lo que vemos, todo va a salir bien como los eventos que hicimos en el pasado.

Hablemos de vos Mario, ¿Naciste en Estados Unidos o en El Salvador?

Yo nací en Quezaltepeque, La Libertad, emigré a Estados Unidos en el '80, cuando tenía 19 años.

Puya, ya rodaste bastante, pero de veras te ves bien joven, y habiendo vivido más en los USA ¿Te sentís más gringo que salvadoreño o viceversa?

Más salvadoreño. La mejor etapa de mi vida, la adolescencia, la pasé en El Salvador, las etapas de fundamentación de mi carrera y de padre de familia ya las inicié aquí, pero yo soy y me siento cien por ciento salvadoreño.

¿Qué estudiaste en El Salvador?

Me faltaron tres meses para graduarme como Técnico en Ingeniería de Control en el ITCA (Instituto Tecnológico Centroamericano.) Era una carrera técnida de dos años e iba yo a ser parte de la primera promoción. Era una mezcla de electrónica con transmisores de control y todo eso. A mí siempre me gustó todo lo que tuviera que ver con números, física, matemática, etc, para hacer una vida.

¿Cuántos hermanos son Uds. en tu familia?

Somos tres, nos llevamos casi un año cada uno. Fijate que siempre nos han dicho que somos trillizos, y nosolo físicamente, sino mentalmente, por ejemplo, si jugamos fútbol, siempre lo hacemos en el mismo equipo y nos tienen que poner a jugar a los tres porque si solo ponen a uno los otros dos se van, ja, ja, ja, ja!

¿Cómo entrás a la carrera cinematográfica?

Nosotros siempre hemos estado involucrados de una forma u otra en lo que es espectáculo y cine, desde que estábamos chiquitos. Fijate que en El Salvador mi papá trabajaba en Contribuciones Indirectas, la oficina encargada de regular impuestos de espectáculos públicos. Le tocaba controlar los impuestos del cine de Quezaltepeque lo mismo que cuando llegaban las ruedas, circos, etc. Así es que nosotros nunca pagamos para ir al cine, al circo u otros espectáculos. Conocíamos empresarios de todo el país. En el cine de Quzalte entrábamos a los cuartos de producción, nos llevábamos pedazos de rollos que les cortaban a las películas y las proyectábamos en la pared con lámparas.

Mi papá también fue un gran ejemplo, escribía historias, y todavía escribe, nos preparaba a nosotros para que saliéramos en veladas, nos hizo que fuéramos hasta Jardín Infantil. Total, él siempre nos empujaba a que estuviéramos metidos en el entretenimiento, de manera que cuando llegué a bachillerato participaba en obras como actor, pero también en la parte de dirigir.

Cuando llegué a Los Angeles, en 1980, continué con mi carrera técnica en el College, pero cuando llegué a la clase de televisión I y vi a los actores, la acción de camarógrafos, y todo el rollo de dirección, me sentí en mi casa y ahí tomé la decisión de cambiarme de carrera, a meterme del todo en la cinematografía, dentro de ella, a dirigir.

POXIMA SEMANA: ESTADOS UNIDOS